viernes, 19 de julio de 2013

"NUESTROS PRIMEROS PASOS: La decisión de llevar a cabo un viaje de larga duración y la compra del billete"


Como ya sabréis, este blog ha sido creado con el objetivo de que nuestros familiares, amigos y otras personas interesadas, puedan obtener más información acerca de nuestros viajes. Sin embargo, el llevar a cabo este diario de viaje también será muy útil para nosotros puesto que, además de ayudarnos a plasmar nuestras vivencias mediante palabras y fotos,  nos ayudará a recordar muchas cosas que debemos tener en cuenta antes y durante el viaje. La verdad es que, ya sólo los preparativos que conlleva llevar a cabo un viaje de larga duración (consideramos que casi dos meses lo son...), requiere que llevemos a cabo una buena organización y, para ello, conviene tener la mayor parte de la información anotada y medianamente detallada y más cuando eres un poco maniática del orden y del control (...).

¿ Dónde fue concebida la idea de llevar a cabo este viaje?

Este proyecto se originó al poco tiempo de volver de nuestro viaje a Ámsterdam. Tú y Yo teníamos muchas ganas de conocer un continente nuevo, que no tuviera nada que ver con todo lo que habíamos conocido antes; un lugar alejado de cualquier destino europeo; un país donde la cultura y la manera de vivir la vida fuera muy distinta a la nuestra; un paraje exótico...Fue entonces cuando pensamos,en seguida, en el Sudeste Asiático. A ambos nos hacía mucha ilusión viajar a algún país de Ásia. Queríamos dar ese valiente gran paso que tanto tiempo llevábamos anhelando a pesar de que siempre se oculte detrás alguna ínfima parte de desasosiego. ¿Pero, acaso no es bella la incertidumbre que este viaje esconde bajo sus faldas? Al principio todo fue como una onírica idea que no creíamos que se hiciera  realidad debido a nuestra situación económica y a nuestra disponibilidad de tiempo. Sin embargo, a medida que pasaban las semanas y buscábamos información, más se iba engordando de realidad esa onírica idea inicial. Finalmente, decidimos no pensar las cosas más de la cuenta, no dudar, simplemente dejar que nuestro corazón hablara por sí sólo para así, poder darle una estricta orden a nuestras alas: "desplegad".




Una vez nos despredimos de nuestros miedos, teníamos que hacer frente a  un arduo objetivo: elegir un destino del Sudeste Asiático . Nuestra intención era conocer el auténtico Sudeste Asiático y no aquello que te venden todas las agencias de viajes (...) No queríamos llevar puesta una venda en los ojos que sólo nos dejara ver la parte bonita, cómoda y divertida del lugar sino que queríamos vislumbrar la verdadera esencia de Ásia, la grandiosidad de sus paisajes, la honestidad de sus gentes, la realidad de cómo es  la vida en el país, la manera en la que viven los lugareños de remotas aldeas...
Muchos amigos y conocidos nos habían hablado de Tailandia como un destino que ya está muy masificado de turistas y "turistadas varias", fue entonces cuando pensamos en conocer otro país del que no se conociera tanto, que no estuviera tan asediado de turistas y más de viajeros y que la gente recomendara con creces. Fue entonces cuando nos vino a la mente LAOS.

Poco a poco recaudamos más información sobre el país, nos hicimos con una guía y nos fuimos convenciendo de que ése era el país que queríamos visitar para poner, por primera vez, nuestro pie en este continente. Más adelante, nos fuimos interesando también por Tailandia. Pensamos que, a pesar de la invasión de turistas que habría en la capital y en otras ciudades importantes, no tendríamos por qué hacer el mismo tipo de viaje que hace la mayoría, sino enfocarlo de una manera distinta, procurando constituir una ruta de viaje más apartada de los núcleos y actividades turísticas y más centrada en el tipo de viaje que deseábamos. Nos habían contado que el norte de Tailandia era precioso y que las ciudades de Chiang Mai o Bangkok merecían ser visitadas. Así pues, dimos un paso más en cuanto a la organización de nuestro viaje se refería, incluimos a TAILANDIA en nuestro proyecto.


Otra cosa que requería decidirse cuanto antes, era la fecha del viaje. Debíamos de tener en cuenta nuestra disponibilidad y le meteorología del país (evitar ir en época de monzones, por ejemplo). Pensamos que los mejores meses serían diciembre y enero. El único "inconveniente" era que ambos países se hallarían en temporada alta de turistas (pero entendemos que para unas cosas hay que renunciar a otras, nada es perfecto).  Así pues, una vez decididas las fechas y el destino, nos pusimos a buscar vuelos económicos. Primeramente, nos interesamos por comprar el billete por "Thai Airways" puesto que tenía precios muy competitivos y gozaba de una gran ventaja: vuelo directo Madrid- Bangkok. Cuando miramos el precio del vuelo, 7 meses antes de la fecha de ida proyectada, el precio por persona rondaba los 700 €. Nos pareció que el coste del billete estaba muy bien para tratarse de una buena compañía ofreciendo un vuelo directo. Sin embargo, decidimos esperar un poco más para comprarlo (¡¡¡¡¡ERROR!!!!!). Al cabo de apenas dos semanas, el vuelo incrementó el doble con lo cual, renunciamos a su compra y tuvimos que iniciar una nueva búsqueda del vuelo con otra compañía. Finalmente, encontramos el vuelo de ida y vuelta con la compañía "Qtar Airways" con escala en Doha (Catar) por 700 € por persona (en ese momento no dudamos, decidimos comprar aunque quedaran todavía 6 meses para irnos). La verdad es que esta compañía goza de buenas referencias por lo que no dudamos en comprar antes de que subieran los precios de nuevo.

*¿Qué buscadores son los que más utilizamos para comparar vuelos? http://www.skyscanner.es y http://www.kayak.es/. Respecto a dónde comprar el billete, por el momento preferimos hacerlo en la web de la compañía aérea y no a través de agencia o de alguna otra web que actúe de intermediario ya que de precio nos ha salido mejor.



Así pues, ya teníamos lo esencial, nuestro pasaje para dos al Sudeste Asiático.

Laos y Tailandia nos esperan.



Tú, Yo y El Mundo. 

"TÚ,YO Y EUROPA - Un paseo por Ámsterdam"

Hace seis meses "Tú y Yo" fuimos de viaje a Ámsterdam. Ése fue nuestro primer viaje juntos, un viaje que siempre permanecerá en nuestro recuerdo. 




Disfrutamos durante 5 días del singular paraje que ofrece una ciudad como esta. Recorrer sus estrechas calles de adoquines, bordeadas de agua y repletas de casas inclinadas de grandes cristaleras provocan al visitante un  traslado momentáneo a otro lugar en el tiempo. El ser esquivados por cientos de ciclistas intrépidos mientras fotografiamos la bonita estampa que deja el reflejo de los edificios en los canales creo que no puede compararse con ningún otro lugar en el mundo. Deleitarnos con la belleza de sus museos (¡qué decir de Vincent Van Gogh!), pasear por sus bonitos parques mientras los copos de nieve se van posando sobre nosotros (¡qué preciosa es esa ciudad bajo el manto blanco!), transitar por sus numerosos mercadillos al aire libre en los que convergen gentes de toda clase de nacionalidades, edades, clases sociales, son algunas de las razones que hacen que esta ciudad tenga un encanto único que provoca en el viajero sensaciones, a veces, indescriptibles.





Al cabo de un par de días, sientes que podrías vivir una temporada en una ciudad como esa; su belleza, a parte de hallarse en su arquitectura, en sus museos, también se halla en sus gentes. Éso es lo que, al fin y al cabo, buscamos las personas para crear un hogar; encontrar un lugar donde la gente sea agradable, abierta, atenta, simpática y no te vea como un "intruso" sino como a uno más. Ámsterdam es una ciudad moderna donde cultura y diversión confluyen hacia un mismo lugar, la complacencia (creemos) de  todo viajero.





Es una urbe donde se puede encontrar de todo a un elevado precio, eso sí. El único inconveniente que los españoles encontramos cuando visitamos ciudades europeas con un nivel adquisitivo mayor que el nuestro es lo caro que es prácticamente todo. Pasar unos días en Ámsterdam, pagando entradas de museos, comprando billetes de transporte público, haciendo la compra, saliendo a comer, comprando algún capricho que otro... hace que la idea de plantearnos vivir en esa ciudad se esfume.








A pesar de que 5 días no salieron muy baratos y, que son suficientes para conocer la urbe y sus alrededores, nos hubiera encantado seguir unos días más en la ciudad más conocida de Holanda. Visitamos el pueblecito de Zaanse Schans y las ciudades de Gouda y Utrech, la primera famosa por el queso que lleva su nombre y la segunda por albergar a cientos de estudiantes en sus calles. Disfrutamos de los tres lugares y creemos que merece la pena visitar algún pueblo o ciudad cercana a Ámsterdam durante el viaje.







Creo que algún día querremos repetir experiencia y dejarnos llevar de nuevo por el olor que desprenden sus calles a "Stroopwafels", unas ricas galletas de caramelo que acompañadas de un té calentito, constituyen la merienda perfecta para los más golosos (nos incluimos nosotros) . Nos llevamos en la maleta chocolate, stroopwafels, queso...Creemos que los productos gastronómicos de un lugar son el mejor "souvenir" que podemos regalar o regalarnos. 




Por último, aunque ya lo hicimos anteriormente, queremos volver a agradecer a Luanda y a Fabiano que nos acogieran en su casa durante los días que pasamos en Ámsterdam. Gracias por ayudarnos a que fuera posible dar otro efímero pero intenso paseo por el mundo. 


Tú, Yo y el Mundo.