Eran las 11:30 de la mañana (5:30 hora española) cuando aterrizamos en el aeropuerto Suvarnabhumi de Bangkok. Llevábamos a nuestras espaldas más de 13 horas de vuelo, 2 escalas, 4 aeropuertos y dos mochilas de 80 litros cargadas de libretas,estuches, colores...pero sobre todo rebosantes de inquietud e ilusión. Después de esperar unos 30 minutos en la interminable cola del control de inmigración del aeropuerto, nos dirigimos hacia la estación de tren. Ya en el tren de camino al centro de la ciudad donde pasaríamos la primera y, por el momento, única noche en la capital del país,nos mirábamos Tú y Yo sin creernos todavía que nuestra aventura ya había comenzado.
Al poner el pie por primera vez en el asfalto de esta caótica y alocada ciudad, pudimos sentir el cálido ambiente que se respiraba y el ardor que desprendía el suelo bajo nuestros pies.Nos pusimos a andar bajo aquel intenso foco natural de luz hasta que hallamos el que sería nuestro hogar aquella noche. Dejamos las maletas en la habitación y nos fuimos a hacer unas compras para tener algunas provisiones al día siguiente; un largo trayecto en tren hacia el norte del país nos esperaba. Al terminar de comer luchamos con todas nuestras fuerzas para no desplomarnos sobre la cama del hostal pero resultó algo inevitable.
Al despertarnos unas horas más tarde, fuimos en busca de un restaurante tradicional tailandés asesorados por un simpático conductor de "tuk-tuk" (nuestro primer tuk-tuk).Disfrutamos de una buena cena tailandesa en una terracita al aire libre a pesar del incesante control visual que ejercían los camareros sobre nosotros y del interés desmesurado de uno de ellos por ejercer de nuestro fotógrafo personal incluso mientras cenábamos. Al salir del restaurante regresamos a pie hasta nuestra efímera casita acompañados de una fresca brisa cosmopolita. En el camino, numerosos conductores de "tuk-tuk" y taxi se detenían a nuestro lado para intentar convencernos de que los necesitábamos. Tras unos tres, cuatro o cinco: "no,thanks" desistían y proseguían con su marcha en busca de otro transeúnte extranjero. "¿Te imaginas que en nuestro país esto fuera así?" (preguntaste Tú retóricamente mientras dibujabas una sonrisa en tu rostro).
Un largo y agotador día estaba terminando pero muchos días inolvidables estaban todavía por comenzar. Había sido un día de grandes descubrimientos y sensaciones primerizas que engordaron aún más este anhelo nuestro de querer conocer y convivir durante un tiempo con esta cultura para no dejar de aprender sabia y humildemente de ella.
MÁS INFORMACIÓN...
-Precio del billete de tren del aeropuerto a la estación de Phata Thai: 45 THB/pers. (1 € aprox.)
-Precio del billete de skytrain (BTS) de Phata Thai a la estación de Surasak: 37 THB/pers. (0,84 €)
-Precio de una noche en hostal (Mile Map Hotel): 990 THB (22 €)
"TÚ, YO Y EL MUNDO"
