jueves, 29 de enero de 2015

"DIARIO DE VIAJE 11: Udomxai y Nong Khiaw"

Salimos temprano de Muang Sing para dirigirnos de nuevo a Luang Nam Tha, ya que la carretera para ir hasta Udomxai (desde donde se puede ir hasta Nong Khiaw) obliga a pasar de nuevo por esta ciudad. Una vez llegamos a Luang Nam Tha, cogimos un autobús hacia Udomxai y de allí debíamos coger uno directo a Nong Khiaw. A pesar de que madrugamos bastante, llegamos a Udomxai hacia las 15:00h de la tarde. En la estación de autobuses nos dijeron que sólo había una única furgoneta pública al día, a las 9:00h de la mañana, así pues, nos vimos forzados a permanecer una noche en esta ciudad.  

En una de las pausas de nuestro trayecto desde Udomxai.

Udomxai, también llamada Uodomxay o Muang Xay, es la ciudad más grande del norte de Laos. Es un lugar en el que se puede observar un gran ambiente multicultural debido a la gran influencia de países tan cercanos como Vietnam o China. En sus alrededores se asientan gran cantidad de poblados como los de la etnia Khmu. También hay una cueva y una cascada por sus alrededores con lo que es un buen lugar en el que alquilar una moto para perderse por sus poblados y rodearse de naturaleza. Nosotros únicamente conocimos la ciudad. La verdad es que ésta no destaca por tener muchos atractivos. Quizá lo más interesante sean sus mercados y mercadillos en los que se encuentran productos de diferentes grupos étnicos y de procedencia China sobre todo. Sin duda,hay bastantes posibilidades de conocer esta ciudad si se viaja por el norte de Laos ya que desde aquí salen y proceden autobuses hacia y desde muchos destinos como Luang Prabang,Phongsali, Bokeo, Luang Nam Tha,Vientián,etc. 

Al día siguiente, nos dirigimos a la estación de autobuses con bastante antelación, como siempre, para comprar los tickets para la furgoneta que nos llevaría hasta Nong Khiaw. En esta ocasión compartimos la furgoneta con una pareja de italianos y otro chico que se bajó a mitad de camino. A pesar de ir más cómodos debido a la escasez de pasajeros, el camino por carretera hasta Nong Khiaw se las traía. Todo el trayecto discurrió entre altas montañas pero llegó un momento en que la carretera dejó de estar asfaltada y pasamos a viajar con la furgoneta sobre tierra,piedras y polvo,por lo que al final tuvimos la sensación de que el viaje era más largo de lo que pensábamos.

Mirador en una de las paradas del trayecto hasta Nong Khiaw.

El viaje hasta Nong Khiaw desde Udomxai duró casi 5 horas. El conductor de la furgoneta en lugar de pararse en la estación principal de autobuses y que luego tuviéramos que coger un tuk-tuk hasta el centro, nos dejó al lado del puente de la ciudad, lugar rodeado de tiendas, restaurantes y guest houses. En un primer momento, se paró lejos para que bajásemos en una guest house (suponemos que de algún familiar suyo) pero todos queríamos estar más cerca. Como estábamos muertos de hambre y algo cansados nos quedamos en la primera guest house en la que preguntamos y nos instalamos en un bungalow junto al río rodeados de un bonito jardín. Lo peor de estar en un bungalow en esa época del año y en esa zona, es que hace mucho más frío en ellos pero queríamos hacer la prueba.

Nuestro sistema de secado (lento y muy coñazo) pero lo único que al final funcionaba para  que nuestra ropa se secara...

En "Coco Restaurant" donde cenamos en Navidad.

Paseando por las calles de Nong Khiaw.

Al día siguiente nos cambiamos de alojamiento (en la zona que está al otro lado del puente) ya que en el bungalow no teníamos wifi. Una vez comimos, nos fuimos a pasear por la ciudad. Nos quedamos extasiados al ver las increíbles vistas desde el puente sobre el río Nam Ou. Unas gigantescas montañas de piedra calcária se alzaban sobre nosotros y se perdían, ya azuladas, en un horizonte infinito. Sentimos un "amor a primera vista" con esta pequeña ciudad. Observamos las centenares de barcas largas que atracaban en las orillas del río y se marchaban río arriba. Contemplamos la rural vida de sus lugareños que poco a poco empezaba a cambiar debido al turismo.

Vistas desde el puente de Nong Khiaw.



Ese paseo, el día de Navidad, despertó en nosotros la necesidad de conocer sus alrededores y otros poblados que nos parecían estar tan incomunicados. Decidimos contratar una excursión para el día siguiente con la empresa de turismo ecológico "Green Discovery Laos" (http://www.greendiscoverylaos.com/)


Al día siguiente, nos despertamos muy temprano por la mañana para recoger nuestras mochilas y cambiarnos de alojamiento al otro lado del río. Desayunamos en el restaurante de una señora con fama de hacer los mejores "pancakes" de la ciudad y nos dirigimos hacia la oficina de Green Discovery Laos para irnos hacia la barca con la que empezaríamos nuestra excursión. Eran las 8:00h de la mañana y hacía un frío que pelaba (así que imaginaos yendo en la barca...). 




Al cabo de una hora aproximadamente, paramos en una aldea Khmu situada a orillas del río desde la que empezaríamos un trekking de una hora y media hasta la cascada de Tad Mork. Ese paseo en plena naturaleza nos encantó.
Tad Mork Waterfall.


Más tarde continuamos río arriba hasta parar en otra remota aldea Khmu situada alrededor de uno de los paisajes kárticos más bonitos que hemos visto (y mirad que los de Vang Vieng lo son...). En el poblado nos dieron de comer y pudimos contribuir a su economía comprándoles foulares hechos a mano que vendían en la puerta de sus casas. Tú y Yo entregamos parte de nuestro material escolar (cuadernos y pinturas) (Proyecto Dibujando Sonrisas) a la mujer del jefe de la aldea por lo que previamente tuvimos que pedir permiso a través de nuestro guía. La señora se mostró muy agradecida y dijo que los entregaría en la escuela al día siguiente.


Comiendo en el poblado "Ban Vattanatam"




Continuamos nuestra ruta hasta el pequeño pueblo de Muang Ngnoi, donde dimos un tranquilo paseo. Si alguien busca tranquilidad total y hacer algo de deporte en medio de una increíble naturaleza, debe pernoctar alguna noche en este lugar y hacer algún trekking o kayaking por sus alrededores. El sol empezaba a esconderse entre las montañas y el frío comenzaba a acecharnos, así que era momento de volver hacia Nong Khiaw. A pesar de navegar por el río acompañados por el estruendoso ruido del motor de la barca, sentimos una gran sensación de paz al contemplar a cada lado de la embarcación la belleza y genuidad de este fantástico lugar que es Nong Khiaw.  

Paseando por el poblado de Muang Ngoi.



Precioso atardecer navegando por el Nam Ou.

Aquí os dejamos el vídeo-resumen de este diario de viaje: https://www.youtube.com/watch?v=AcabeW19VMQ


Más información...

- Bus/furgo de Muang Sing a Luang Nam Tha: 25.000 LAK/persona (2'5 €)

- Bus/furgo de Luang Nam Tha a Udomxai: 40.000 LAK/persona (4'30 €)

- Songtaew de la estación de Luang Nam Tha para trayectos procedentes de Muang Sing y la estación de la misma ciudad de trayectos hacia Udomxai: 10.000 LAK/persona (1 €)

- Hostal en Udomxai (Lithavixay Guest House): 80.000 LAK/noche habitación doble con baño privado (7'30 €)

-Comida en Udomxai (Kanya Restaurant): 21.000 LAK/persona (2'30€)

- Bus/furgo de Udomxai a Nong Khiaw: 45.000 LAK/persona (4€)

- Primer hostal en Nong Khiaw (Sengdao Guest House): 80.000 LAK/bungalow con cama doble y baño privado.

- Segundo hostal en Nong Khiaw (Ampai Guest House); 50.000 LAK/noche habitación doble con baño privado (4'50 €)

- Desayuno en Nong Khiaw "café lao + banana pancake" (Alex Restaurant): 22.000 LAK/persona (2€)

- Foulard en Aldea Khmu (Nong Khiaw): 60.000 LAK (5'5€)

- Cena en Nong Khiaw (Chennai Restaurant): 64.000 LAK/ 2 personas (5'83)

* Restaurante indio que nos encantó y fue barato. 


Tú, Yo Y El Mundo.


martes, 20 de enero de 2015

"DIARIO DE VIAJE 10: Muang Sing"

El sábado 21 de diciembre salimos temprano de la estación de autobuses de Luang Nam Tha para coger el transporte público que salía hacia Muang Sing. En Laos, lo que normalmente se utiliza como transporte son unas furgonetas no muy grandes que siempre van hasta los topes de gente y equipajes (bueno, y también sacos de arroz, leña, gallinas…).Los trayectos en furgoneta siempre parecen más largos de lo que realmente son, entre otras razones, porque los conductores laosianos se suelen parar tres millones de veces...Aquí van unos ejemplos: ¿Qué te acabas de parar y una persona quiere bajarse a los 5 metros? No pasa nada, el vehículo se vuelve a detener, ¿qué uno quiere pararse a comprar comida a los dos minutos de haber salido de la estación? Tampoco pasa nada, el conductor se vuelve a parar, ¿qué llevamos unos sacos de comida para entregarlos en un poblado durante nuestro recorrido y el que lo recoge todavía no está esperándonos? ¿qué va a pasar? ¡pues lo esperamos!, ¿qué vamos en la furgoneta como sardinas en lata y se para a recoger a gente con mogollón de bolsas? Tranquilidad, estamos 30 minutos estacionados en el arcén jugando al tetris para que todo el mundo quepa…y, bueno, ¡un largo etcétera!. En cuanto a los tickets de bus/furgoneta, nunca pueden comprarse con antelación sino el mismo día de su uso con lo que uno debe presentarse en la estación temprano si quiere asegurarse un asiento en el vehículo. De todos modos, si venden más billetes que plazas existen en la furgoneta: a) colocan unos mini taburetes entre los espacios libres entre asientos, b) dos personas pasan a compartir un solo asiento  c) simplemente se sientan encima de lo que pillen, por ejemplo, sacos de comida.

En la furgoneta antes de salir hacia Muang Sing.

El trayecto por carretera hasta Muang Sing fue complicado, en algunos tramos el asfalto estaba lleno de agujeros y zanjas enormes y en los demás tramos había barro y piedras que se habían desprendido con lo que no pudimos ir muy rápido. Recomendamos tomar biodraminas en caso de que os maréeis con facilidad como nosotros...En esta ocasión hubo una ancianita detrás nuestra que estuvo vomitando durante todo el viaje y creednos si decimos que ver,oler y escuchar a gente vomitar en estros trayectos es muy habitual...

El viaje hasta la remota Muang Sing discurría entre altas montañas, valles preciosos  y pueblecitos junto a la carretera que vislumbrábamos desde el coche mientras no parábamos de botar en él. Cientos de mujeres y niñas cargando troncos a sus espaldas, niños y perros correteando por los arcenes y humildes casitas de madera junto a riachuelos acompañaban a esa bonita estampa. Recordamos que a pesar de lo cansado del trayecto, las vistas fueron increíbles.

¡Bienvenidos a Muang Sing!

La furgoneta no nos dejó muy cerca del centro a nuestra llegada a Muang Sing, con lo que cogimos uno de los únicos tuk-tuk que existen en el pueblo. Nos dejó en la estación de autobuses, muy próxima al mercado. De ahí nos pusimos a andar un par de km en busca de una opción económica para alojarnos. Muchas de las calles de Muang Sing todavía eran de tierra. Había unas cuantas tiendas pequeñas en la calle principal del pueblo y un par de restaurantes, de los que únicamente uno estaba abierto. Durante nuestra estancia allí, tuvimos que comer y cenar en el único restaurante que estaba abierto, regentado por una simpática señora que chapurreaba bastante bien inglés. Para conectarnos a internet tuvimos que usar  un ordenador que había en su restaurante/casa ya que no disponíamos de wifi en aquel lugar. 

Tai Lü Restaurant,en la calle principal.

Recordamos que para ir de nuestra guest house a allí, teníamos que ir con nuestros frontales porque no había luces por las calles. Sólo los pequeños fuegos de tenue luz alrededor de los cuales se agrupaban las familias en la calle, alumbraban nuestro paseo. En el restaurante conocimos a dos mujeres australianas que viajaban solas desde hacía un tiempo procedentes de Myanmar, con quién nos reencontraríamos por casualidad en Tailandia y un hombre italiano que iba a proseguir su viaje por Vietnam. Estuvimos hablando y decidimos hacer juntos una ruta por los alrededores de Muang Sing para conocer sus diferentes aldeas. Ellas le preguntaron al conductor del tuk-tuk (que nos recibió a todos nosotros a nuestra llegada) si podría ser él quien por un día nos acompañara. Creímos que así podríamos conocer poblados que no son normalmente visitados por los turistas y el dinero iría destinado directamente a él y a su familia. 



Así pues, al día siguiente quedamos temprano para empezar nuestra ruta. Pudimos conocer la vida en tres poblados de diferentes etnias: Akha, Tai Lü y Yao. En el primero, no nos recibieron muy bien y no quisieron interactuar mucho con nosotros ni que les sacáramos fotos a sus hijos sin darles nada a cambio.

Poblado Akha.




En  la tribu Yao, se mostraron mucho más cercanos y sonrientes e intentaron vendernos sus artesanías de manera amable. Recordamos a una señora que, sorprendida por nuestra visita, entró corriendo a su casa sin parar de reírse, y sacó unos gorros y fulares para enseñárnoslos. 


Decidimos ir en busca de la escuela primaria de la tribu Yao para entregarles parte de los colores y cuadernos que llevábamos cargando en nuestras mochilas desde hacía semanas. A pesar de que era sábado y de que no había colegio, pudimos encontrar a las profesoras de la escuela junto a sus hijos. Se mostraron  muy agradecidas y nos pudimos quedar un rato disfrutando de ellos pintando y jugando.


Escuela primaria donde entregamos el material a las profesoras.



Es difícil elegir dónde y a quién entregar los materiales ya que lo que de verdad nos haría felices es poder dejarlo en todas partes. Sin embargo, nuestras maletas no podían ir más cargadas y tuvimos que ir dejando los colores poco a poco y en diferentes zonas; zonas en las que creyéramos que podía haber más escasez de recursos y en las que llegaran menos ayudas por parte de gobierno. 



Después de comer en el mercado del pueblo y de comprar un poco de fruta, culminamos nuestra ruta en una aldea Tai Lü, etnia de la que procedía el conductor de tuk-tuk que nos acompañó durante todo el día. Quiso llevarnos allí ya que estaban ese día de celebración. Tuvimos la suerte de pasar un buen rato en la casa de una familia que nos invitó a comer y a beber con ellos y poder conocer más de cerca sus costumbres y su forma de vida. 

En el Mercado de Muang Sing.

Comiendo y bebiendo en una casa típica Tai Lü.





El día no pudo acabar mejor. El sol se estaba yendo a la vez que terminaba la música que danzaban descalzas aquellas adorables niñas. Fue el momento de despedirnos de todos ellos y de regresar a Muang Sing. Nos despedimos de nuestros efímeros compañeros de viaje y les deseamos suerte en su aventura. El recorrido por las aldeas había sido muy especial y estuvimos durante todo el día rodeados de unos paisajes muy bonitos en los que, desgraciadamente, volvimos a ver mucha presencia de basura. 





Al contrario de lo que pensábamos al comenzar el día, la gente resultó ser amable y simpática con nosotros y la mayoría no parecían vernos como intrusos ni como turistas a los que venderles cosas (a excepción de las “vendedoras Akha”) sino como a extranjeros por los que sentían curiosidad y a los que sonreían y saludaban, algo que pudimos vivir en estas tribus y que no se volvió a dar en muchos otros lugares de Laos. 



Al regresar por la tarde a nuestra habitación, coincidimos en que había sido un día intenso lleno de bonitas sensaciones, de vivencias primerizas y de grandes descubrimientos sobre su cultura, su carácter y su forma de vida, muy distinto a todo lo que conocíamos. Creemos que fue uno de los mejores lugares para darnos cuenta de cuál es el auténtico Laos, aquel que siempre recordaremos. Al día siguiente nos marchábamos hacia nuestro próximo destino: Nong Khiaw. 




Aquí os dejamos el vídeo-resumen de nuestra estancia en Muang Sing: https://www.youtube.com/watch?v=W63rffieVO0


Más información...

- Noche en habitación doble con baño privado (Singduangdao Bungalows): 70.000 LAK (6'40 €)

*Los bungalows estaban bastante sucios y puesto que hacía mucho frío, debimos de haber buscado otra opción con paredes de ladrillos y no bambú...pero era barato, espacioso y con baño privado.

- Comida (Thai Lü Restaurant): 67.000 LAK (6'14 €)

* La comida no era nada del otro mundo pero era de los pocos sitios que nos encontrábamos abiertos. Recomendamos los rollitos de primavera (aunque seguro que lo hará la señora).

- Cena (Thai Lü Restaurant): 44.000 LAK (4'03 €)

- Tuk-tuk (de la parada del autobús hasta la estación de autobuses): 20.000 LAK (1'83€)

- Billete de furgoneta de Luang Nam Tha a Muang Sing: 25.000 LAK/persona (2'30€)

- Compra de 1 bolsa de patatas: 4000 LAK (0'36 €)

- Compra de fruta, dulces y agua en el mercado: 53.000 LAK (4'85 €)

- Ruta en tuk-tuk por los poblados: 120.000 LAK (11 €)

* Decidimos no acudir a una agencia de tours programados sino hablar con el conductor de un tuk-tuk para que nos llevara a conocer las aldeas de los alrededores junto a otros viajeros. Dada nuestra experiencia, lo recomendamos.



Tú, Yo Y El Mundo.






lunes, 19 de enero de 2015

"DIARIO DE VIAJE 9: Luang Nam Tha"

La región de Luang Nam Tha se caracteriza por ser una de las mejores áreas del país para practicar senderismo. La ciudad que recibe el mismo nombre que la región que la rodea no es muy grande y en ella pueden contratarse diversas actividades por la Zona Nacional Protegida del Nam Ha. Por los alrededores de la ciudad pueden visitarse diversas cascadas, templos y aldeas fácilmente accesibles alquilando una moto. En esta zona del país son famosas las rutas en bicicleta de montaña que organizan diversas agencias de tours. Nosotros, en esa ocasión decidimos alquilar un ciclomotor y descubrir sus alrededores a nuestro aire pero si alguien visita el lugar y desea hacer algún otro tipo de actividad le recomendamos que la contrate en www.greendiscoverylaos.com, con quien contratamos excursiones más adelante. Su oficina se halla en la calle principal de la ciudad.

Vistas del río durante nuestra ruta en moto.
                              

Al llegar a Luang Nam Tha, después de 5 horas desde Huay Xai que se nos hicieron bastante eternas, nos dirigimos a la primera Guest House que encontramos en la guía. Ese primer día lo dedicamos a pasear por las tranquilas calles de la ciudad aunque nos tuvimos que refugiar temprano en la habitación por el frío. Nuestra habitación, en esta ocasión tenía un buen edredón. Sin embargo, no teníamos calefacción, ni abrigos, ni agua caliente...con lo que fue bastante duro vivir durante esas semanas en el norte del país, tan próximo al sur de China.

Calle principal de Luang Nam Tha.





Al día siguiente fuimos a visitar su mercado, ya lleno de vida a las 8 de la mañana. Comenzamos una desesperada búsqueda para encontrar ropa de abrigo y unos guantes, ya que, como dijimos anteriormente, en nuestra maleta no llevábamos nada de eso... Cuando ya estuvimos "equipados" continuamos recorriendo las callejuelas del mercado para contemplar cómo era la vida en aquella ciudad. Nos encanta visitar mercados en los lugares que visitamos, creemos que es allí, donde más te puedes hacer una idea sobre cómo es realmente la vida de los lugareños...Observas cómo interactuan entre ellos, cómo y de qué se alimentan, cómo visten, cómo comercian, qué integrantes de una familia trabajan, cómo se tratan unos a otros, cuáles parecen ser sus prioridades en su día a día...La verdad es que se puede sacar mucha más información de la que uno cree visitando los mercados de una población.

¿Y por qué no?

Patio exterior del mercado.


Infinitas telarañas decorando el techo del mercado.
 (Abajo cocinaban)



Más tarde, cuando ya salió el sol, decidimos alquilar una moto y hacer una ruta por los bonitos alrededores de Luang Nam Tha. Al principio de nuestro viaje por Laos ya pudimos comprobar la gran problemática que existe con la basura en el país. Resulta contradictorio ver como los lugares en los que las personas viven y los recursos de los que se alimentan están plagados de la basura que ellos mismos tiran al suelo. Es como si no fueran conscientes del impacto que eso supone en sus vidas ya sea de manera directa o indirecta. Nos entristece ver que la naturaleza deje de ser tan"natural" no porque se exploten sus recursos, no porque se construya en ella, no porque la habiten, sino por que esté plagada de basura que nadie recogerá y que, por tanto, no desaparecerá a pesar del impacto ambiental y visual que eso supone. Queremos pensar que todo eso es fruto de la ignorancia...






Vistas de la ciudad desde lo alto de una colina.

La gente en el norte de Laos no destaca ni por su hospitalidad, ni por su simpatía, ni por su gratitud...(al menos eso es lo que nosotros percibimos al principio). En la mayoría de ocasiones, el extranjero es visto como una especie de intruso en sus vidas a pesar de que muchas personas vivan del turismo. Creemos que todavía no están acostumbrados a la presencia de turistas y viajeros en su país (al contrario que ocurre en Tailandia) y que éso, les provoca esta manera de ser tan aparentemente hosca. No hay que olvidar que Laos fue un país que estuvo en guerra hasta hace relativamente poco con lo que la mayoría de gente todavía recuerda lo que supuso la intrusión del extranjero en su país, obligando a muchos a refugiarse en otros países debido a la gran represión y violencia que existía. Actualmente en muchas regiones de Laos quedan minas sin explosionar, antiguas bombas que han sido reutilizadas para construir casas o hasta prótesis para gente sin recursos. Pese a todo Laos nos estaba pareciendo un país fascinante por sus paisajes y por la ausencia de modernidad y comodidades. Nuestras primeras sensaciones en este país nos hicieron describirlo como a "una naturaleza infinita de inhóspitos dueños".


Aquí tenéis el vídeo-resumen de nuestro paso por Luang Nam Tha: 
https://www.youtube.com/watch?v=QYhfnUgO6o0


Más información...

- Billete de autobús de Huay Xai a Luang Nam Tha: 120.000 LAK (11€)

- Trayecto en tuk-tuk del centro de Huay Xai a la estación de autobuses: 45.000 LAK (4'10€)

- Noche en habitación doble con baño privado en "Zuela Guest House": 80.000 LAK (7'30€)

- Comida en la guest house: 112.000 LAK (10'20€)

- Desayuno en la guest house: 23.0000 LAK (2'10€)

- Alquiler de moto: 40.000 LAK (3'66€)

- Gasolina: 40.000 LAK 



Tú,Yo Y El Mundo.