El 31 de diciembre salimos de la estación
de autobuses de Luang Prabang, al igual que cientos de turistas y viajeros,
para dirigirnos hasta la ciudad de Vang Vieng. El trayecto duró unas 5 o 6
tortuosas horas, y digo tortuosas porque el viaje discurre entre montañas con
lo que una curva se encadena con otra curva hasta prácticamente el final (y los
conductores del Sudeste Asiático no suelen destacar por una tener una
conducción lenta ni por tener una buena conducción en general...). A pesar de habernos tomado biodraminas, yo empecé a vomitar (y el conductor no paraba para
que lo hicieras tranquilamente, claro) lo hacías dentro de una bolsita y lo
tenías que lanzar por la ventana (calqué el "modus operandi" de los
lugareños, ¡qué mal!). Lo que pensaba en un principio que era un simple mareo
se convirtió en una infección o virus gastrointestinal, al menos, esa fue mi
deducción tras salir del hospital (¡nuestra primera noche vieja fuera de casa
prometía!). Al llegar a Vang Vieng, nos dejaron en una desolada estación junto
a la carretera desde la que debes de ir hasta el centro con un “songthaew” (que
ya está esperando). De la estación al centro de la ciudad hay unos 2 Km. Sin
apenas fuerzas anduvimos cargados con nuestras mochilas hasta encontrar una
guest house que no estuviera ocupada y que no fuera muy cara. Al cabo de un
buen rato finalmente decidimos pasar la noche en "Nana Guesthouse".
Yo enferma en "Naana Gueshouse" |
La ciudad de Vang Vieng se extiende a los
alrededores del río Nam Song envuelto por unas enormes montañas kársticas y
bonitos campos de arrozales y riachuelos. La naturaleza que se observa en este
lugar impacta sin duda al visitante, sin embargo, el gran afán de los lugareños
por complacer el divertimento de los turistas ha hecho que este lugar no sea
tan ideal como lo debería ser o como lo debió de ser hace unos años. Aunque
nosotros eludimos toda clase de entretenimiento barato y turistadas como ver
películas toda la tarde sentados en un bar sin parar de beber o practicar el
famoso "tubbing" (lanzarse al río sobre un neumático) fue difícil
moverse por lugares en los que no encontraras a jóvenes bebiendo, fumando y
montando algo de juerga. A pesar de ello, nosotros quisimos disfrutar del
sosiego que nos provocaba contemplar la increíble naturaleza de sus
alrededores.
Vang Vieng también es un buen lugar en el
que practicar kayak, escalada, espeleología o simplemente perderse en una bici.
Nosotros no pudimos disfrutar tanto de Vang Vieng como nos hubiera gustado ya
que el mismo día que llegamos caí bastante enferma durante dos de los tres días
que estuvimos allí. Durante nuestro primer día en la ciudad no pudimos hacer
gran cosa ya que no podía despegarme del baño (nunca creí que uno pudiera
vomitar tanto y tantas veces seguidas…¡¡¡aggg!!!). Como finalmente no pudimos disfrutar
de la noche vieja como deseábamos, cenamos pronto (yo bebí agua con Sueroral) y
volvimos a la habitación a preparar nuestros "gajos de mandarina" a
modo de uvas (fue lo único que pudimos encontrar) y a seguir durmiendo...Al día
siguiente estaba peor y mi cabeza empezó a darle vueltas a si podría ser algo
más serio como Malaria o Dengue (no estábamos tomando Malarone) así que nos
acercamos al hospital. Después de que una enfermera me sacara sangre sin
utilizar guantes y me tumbara en la camilla de una sala de urgencias repleta de
mosquitos (¡qué irónico!) las pruebas salieron bien y me quedé más tranquila.
El Dr. no sabía inglés pero supongo que me dijo que me tomara algo para bajar
la fiebre, me hidratara bien y estuviera con dieta blanda unos días...aunque
supuso una árdua tarea lograr que alguien entendiese que quería comer arroz
hervido y caldo. El chico de la guesthouse nos lo escribió en un papelito (papelito
que yo iba enseñando mientras me medio colaba en las cocinas para señalar los
alimentos y hacer mímica y que en muchas ocasiones, por suerte, no lograban
entender......porque si lo entendían, significaba que iba a comer ese día arroz
pastoso de sabor nada agradable).
Visitando el Hospital de Vang Vieng... |
Después de un par de días malos y de
quedarme más seca que una pasa, nos fuimos a conocer los alrededores de Vang
Vieng. Decidimos alquilar una moto y visitar la Cueva de “Tham Phu Kham”, donde
se halla la famosa "Laguna Azul" en la que muchos jóvenes se lanzan
con una cuerda y se sientan a beber en el césped que hay junto al lago. Para
llegar allí, primero tuvimos que pasar con la moto por un estrecho puente
situado al otro lado del río hasta llegar al pueblo de Ban Na Thong. Una vez en
la Laguna Azul, subimos una empinada cuesta hasta la cueva con un considerable tembleque
de piernas como acompañante. Cuando entramos en ella nos dimos cuenta de que
merecía la pena la subida porque era un lugar increíble. Había una estatua
dorada de un buda reclinado en el centro sobre la cual caían los rayos de sol
que se colaban por las aberturas de la cueva haciéndola resplandecer.
Tham Phu Kham |
Sin duda, nos hubiese gustado disfrutar de
más días en Vang Vieng para realizar alguna otra actividad como la
espeleología, la escalada o senderismo. Una de las empresas que realizan
actividades como estas en la zona es (greendiscoverylaos.com).
Sin duda, Vang Vieng es una de las paradas obligadas si visitas Laos.
El 3 de enero de 2014 nos dirigimos en furgoneta hacia la capital
del país, Vientiane (o Vientián). A pesar de lo que nos habían contado respecto
a la ciudad, ésta nos sorprendió gratamente. Se conservan numerosos edificios
coloniales convertidos en tiendas o restaurantes, puedas encontrar cocina de
casi todas las partes del mundo, en particular la francesa y goza de un aire
cosmopolita a la vez que provinciano. Pasar unos días en la capital puede
significar aprovechar para dar tranquilos paseos por sus parques junto al río Mekong, visitar lugares históricos o simplemente comer bien. El
único inconveniente que encontramos es que nuestros días en la capital nos
salieron más caros, pero claro, nosotros no dijimos "no" a comer todo
lo que nos apeteciera. En la ciudad también hay un "Bazar nocturno"
en el paseo marítimo (nada que ver con el de Luang Prabang....).
Bazar nocturno de Vientiane. |
En el paseo junto al río viendo la puesta de sol. |
Al día siguiente decidimos visitar el Parque de Buda (Buddha
Park) llamado en el país "Wat Xieng Khouan" a unos 25 km al sur de la
capital. Nos dirigimos a la estación de autobuses para coger el bus de línea Nº
14 que nos dejaría en el pueblo en el que se encuentra el parque. Vimos unos
cuantos autobuses diferentes con el número 14 y cuando nos acercábamos a preguntar nadie nos afirmaba ni desmentía si
ése era el bus que llegaba al Wat Xieng Khouan. Como no hubo manera de saber
con exactitud cuál era el autobús y al haber tan poco espacio libre en ellos,
finalmente decidimos preguntar a uno de los conductores que se ofrecían para
llevarnos con su coche privado (suponemos que los conductores de autobús no
dicen nada para que los de los tuk-tuk/ furgoneta se ganen su jornal...). Por
supuesto, nos salió mucho más caro de lo que costaría ir con un autobús público
pero estábamos hartos de estar allí perdiendo el tiempo y nos fuimos con aquel
señor los dos solos sin agobios. Él nos contó que actualmente hay un autobús de
línea que va hasta allí pero que te deja bastante lejos de la entrada del
parque con lo que al final tienes que buscarte la vida para llegar. No supimos
si nos estaba diciendo la verdad o no pero creemos que existe otra alternativa
para llegar si antes uno se informa bien. Pensamos que sería mucho más fácil
(tipo visitar el White Temple en Tailandia) pero claro, Tailandia es diferente...
El Parque de Buda es un parque principalmente budista en el que se
hallan cientos de figuras de hormigón armado de Buda y otras deidades del
hinduismo construido por un gran líder espiritual huido a Tailandia, Bunleua
Sulilat. Las esculturas representan sobre todo a los seres humanos, a los
animales, a los dioses y a los demonios. Lo que probablemente más llame la
atención de este parque es el gran buda recostado de unos 120 m de largo (al
estilo del famoso “Wat Pho” de Bangkok). Esta figura es utilizada como el
templo del parque. Otra de las figuras
que destacan es la de forma de calabaza con una cara de boca abierta en su
parte inferior dentro de la que uno puede entrar y ascender hasta la parte
superior. Esta última figura representa los tres niveles religiosos: el
infierno, la tierra y el cielo.
Es habitual encontrarse con jóvenes monjes que vienen a visitar el
parque, muchos de los cuales se acercan amablemente a los extranjeros para
mantener una conversación y, así, mejorar su inglés. Creemos que este lugar
merece ser visitado sin prisas para disfrutar bien de cada una de sus estatuas.
En el centro de Vientián los templos "Wat Si Saket" y
"Haw Pha Kaew" merecen ser visitados al igual que "Patuxai",
una réplica del famoso Arco del Triunfo parisino en homenaje a los laosianos
caídos durante la guerra. Después de un par de días en la capital del país,
quisimos movernos hasta el sur,a"Si Phan Don", un
archipiélago rivereño situado en el río Mekong y constituido por numerosas
islas, entre las más vistadas, Don Khon, donde nos dirigíamos. Para realizar
ese trayecto de unas 10 horas, decidimos comprar unos billetes de autobús
nocturno conocido como "sleeping bus" para realizar el viaje de noche.
Este autobús nos dejaría en Pakse, donde deberíamos cambiar de vehículo. Este
trayecto fue toda una experiencia, ¡lo recomendamos!.
Patuxai |
Haw Pha Kaew |
Aquí os dejamos el vídeo-resumen del diario de viaje: Tú,Yo Y El Mundo - Diario de Viaje 13: Vang Vieng y Vientiane.
Más información...
VANG VIENG:
- Billete furgo de Luang Prabang a Vang
Vieng: 125.000 LAK/ persona (11'30€)
- Noche hostal habitación doble con baño
privado (Nana Guesthouse)*: 45.000 LAK (4 €)
* El sitio más barato en el que dormimos
en Laos y recomendable.
- Comida x2 perso. (Norkeo Restaurant):
55.000 LAK (5€)
- Análisis de sangre (Dengue +
Malaria) hospital: 150.000 LAK (14€)
- Alquiler de moto + gasolina en
"Nana Guesthouse": 125.000 LAK (11'30 €)
- Entrada Cueva: 20.000 LAK/persona (2€)
VIENTIANE:
- Bus de Vang Vieng a Vientiane: 50.000
LAK/persona (4'5 €)
- Noche hostal habitación doble con baño
privado (Thawee Guest House)*: 100.000 LAK (9€)
*No nos gustó mucho porque la habitación era muy pequeña y estaba
llena de bichitos pequeños correteando por la madera. Sin embargo, fueron
amables y nos dejaron usar su ordenador gratis.
- 2 "Lao Coffee": 10000 (0'9 €)
- Furgo al Parque de Buda (ida+vuelta):
150.000 LAK (14€)
- Entrada al Parque de Buda: 13.000 LAK/persona
(1'20€)
- Bocadillos para nuestro picnik en el
Parque de Buda (Joma Bakery Café): 64.000 LAK (6€)
- Cena (Sticky
Fingers)*: 132.000 LAK (12 €) // Comida (Sticky Fingers): 110.000 LAK (10 €)
*Este restaurante es de lo mejorcito de Vientián. Comimos y
cenamos genial. ¡Tenéis que probar sus hamburguesas!
- Helado callejero: 15.000 LAK (1'3 €)
- Billetes
sleeping bus (Vientiane-Pakse)*: 170.000 LAK/persona (15'5€)
* En cualquier agencia lo podréis comprar.
TÚ, YO Y EL MUNDO.